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El Efecto de la




                                  Temperatura en




                                  el Torneado








                                       Desde hace unos años, el concepto y la implementación de
                                       soluciones de refrigeración para herramientas de corte disfrutan
                                       de una gran popularidad y suscitan un entusiasmo inaudito. Los
                                       fabricantes de máquinas CNC de todo el mundo han invertido
                                       tiempo y recursos para desarrollar soluciones que puedan
                                       suministrar refrigerante a altas presiones, y hoy en día todas las
                                       nuevas máquinas se suministran habitualmente con una
                                       opción para alta presión de refrigerante.


        Los fabricantes de industrias como la aeronáutica,
        automoción y la producción de grandes piezas valoran
        especialmente la inmensa ventaja de suministrar
        refrigerante directamente a los filos de corte y en la
        actualidad solo adquieren centros de fresado o torneado
        con capacidad para alta presión de refrigerante, entre 70 y
        300 bar. También la industria de decoletaje se beneficia de
        la integración de las herramientas tipo JETCUT de ISCAR
        en sus procesos.
        Uno de los mayores enemigos de las plaquitas de metal
        duro es la alta temperatura que alcanzan los materiales
        durante el proceso de mecanizado. Estas temperaturas
        varían en función de las propiedades del metal que se
        está mecanizando y de las condiciones de trabajo
        ambientales. La temperatura media durante el
        mecanizado puede oscilar entre 300ºC y 900ºC.
        A medida que aumenta la temperatura, la duración
        de las plaquitas se acorta. El aumento del
        desgaste puede dañar la calidad de la pieza y
        afectar negativamente al mecanizado: el calor
        generado entre la plaquita y la pieza puede
        ocasionar un cambio en la forma de la viruta
        y la deformación plástica de la plaquita. La
        alta presión, a partir de 70 bar, es beneficiosa
        para el control de viruta. En los casos en que
        la viruta es larga y rizada y difícil
        de romper, una refrigeración
        aplicada correctamente y con
        alta presión puede resolver
        este problema.

                               DUSTRY 4.0
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